Lo más probable es que penséis que nos habemos fumado algo,
pero no es así. Samsung está probando cómo podemos controlar nuestros
dispositivos con el cerebro, con nuestra mente. Lo que parece salido de una
película futurista puede estar mucho más cerca de lo que pensamos, y los
coreanos ya se han puesto manos a la obra para poder hacerlo realidad. ¿Quieres
conocer más sobre este insólito experimento que están llevando a cabo?
Adelante, que te lo contamos.
El propósito inicial de Samsung es poder conseguir que todo
el mundo pueda tener una experiencia total con sus dispositivos, evidentemente,
las personas con ciertas discapacidades no pueden tenerla, por motivos obvios,
supongo que podréis imaginar muchos ejemplos y varias enfermedades que
impedirían una experiencia con un dispositivo táctil tal y como la tienes tú. O
que incluso tampoco puedan servirse de su voz para poder ejecutar comandos.
En colaboración con un profesor de la Universidad de Texas,
Roozbeh Jafari, experto en el campo de la Ingeniería eléctrica están probando
maneras de controlar una Galaxy Note 10.1 con nuestra mente, utilizando
nuestras ondas cerebrales, y de esta manera poder seleccionar una app u otra,
encender la tablet, apagarla, y todo lo que se os pueda ocurrir.
Todavía están en una fase temprana de la investigación, y de
momento todo está basado en un gorro con electrodos para poder medir lo que
quiere decir nuestro encefalograma y poder traducirlo en comandos que la tablet
entienda. No es el primer caso de este tipo de usos, ya hay dos gorros de este
tipo que se están utilizando para proyectos con juguetes y juegos para niños
con alguna discapacidad que les impida poder interactuar con sus dispositivos
móviles.
En concreto se están centrando a día de hoy en una forma
concreta de llevarlo a cabo: la concentración en un icono concreto en una serie
establecidos en un patrón visual repetitivo y que están parpadeando. Para poder
verlo en acción, tenéis que ver un vídeo que han colgado en el blog de la
revista tecnológica del MIT, no tiene desperdicio.
Ahora imaginaros vuestro día a día con un dispositivo así.
Cuantas veces os ha pasado que queréis cambiar a la siguiente canción porque no
queréis oir la que suena en vuestro smartphone y no tenéis cascos con botones
para poder cambiar. Se acabó tener que sacar el móvil del bolsillo. Ejemplos
como este podéis encontrar cientos en vuestra rutina diaria a poco que penséis.
Algo que parece tan lejano está mucho más cerca, y los que os mantengáis
incrédulos pensad en cómo hace unos pocos años sólo podíamos interactuar
mediante un teclado con nuestro móvil y a día de hoy podemos hacerlo con la
vista incluso…
Eso sí, todavía está lejos el día en el que este tipo de
usos esté en nuestras manos por razones de infraestructura, tener que llevar un
casco con electrodos no es cómodo y menos cuando hoy en día casi todos los
electrodos van fijados con un gel conductor… Pero hasta en eso están recortando
fases.
Se acerca un futuro brillante en lo que se refiere a las
relaciones hombre-máquina, cada vez más unidas y con más métodos para
comunicarse. Da cierto miedo, pero desde luego, el futuro ya está aquí.
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