Si sueñas con colocarte la armadura de “Iron Man” y salvar
al mundo, quizá debas esperar un tiempo. Pero “exoesqueletos biónicos”, como el
traje de metal que utiliza el héroe Tony Stark, podrían estar más cerca de lo
que piensas. Tan solo no esperes salir volando.
Desarrolladores de exoesqueletos especializados en
rehabilitación están liderando el proceso. Así, personas con parálisis en las
piernas logran volver a caminar utilizando una suerte de trajes robóticos.
Otros desarrolladores esperan potenciar las otras fortalezas
de estas creaciones. El proyecto DARPA Warrior Web, por ejemplo, apunta a
producir un exoesqueleto indetectable para las fuerzas armadas de Estados
Unidos.
Thomas Sugar, experto en ciencia biónica, asegura que los
exoesqueletos médicos y militares serán algo corriente en el futuro. Al mismo
tiempo, dice, los dispositivos para la gente común no estarían tan lejos de la
realidad.
“En los próximos cinco años, vamos a ver cada vez más
exoesqueletos allí afuera”, dice Sugar, profesor adjunto del Departamento de
Ingeniería de la Universidad Estatal de Arizona. Más allá de los sistemas
personales que buscan darle movilidad a la gente mayor, Sugar dice que
dispositivos para el individuo activo o aventurero están en el horizonte. “Si
quieres cruzar el Gran Cañón, dentro de 10 o 15 años podrías hacerlo utilizando
exoesqueletos”, agrega.
Claro que no será tan sencillo. Uno de los desafíos radicará
en encontrar baterías lo suficientemente poderosas para impulsar estos
dispositivos, dice Sugar. Pero el verdadero obstáculo será hallar la forma en
que las máquinas interpreten eficientemente los deseos del usuario para
convertirlos en acción.
“Si ves a los dispositivos que están allí afuera, son
bastante difíciles de utilizar”, señala Sugar. “Debes asegurarte de que
potencien las habilidades de las personas”.
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